Los llamadores de Ángeles son pequeñas y bonitas joyas que denotan el mayor amor del mundo. Es el regalo perfecto para las mamás porque son joyas que representan paz, armonía y relajación, lo que necesitan durante su período de embarazo. Se trata de piezas únicas que tienen forma de esfera, normalmente con una esfera metálica (que suele ser de plata) en su parte exterior y en su interior otra esfera más pequeña que emite un sonidito muy característico al moverse. Este sonido, lejos de resultar desagradable, causa el efecto contrario, es un sonido suave y armonioso.
Además, no se trata solamente de piezas de joyería, sino que el llamador de ángeles tiene un gran significado. Detrás de los llamadores de ángeles hay una preciosa historia, fueron creados como amuleto para que el bebé se tranquilice al oír el suave tintineo que este produce cuando se mueve y, así, proteger su cálida estancia materna. Por esta razón, las mujeres embarazadas acompañan todos sus looks con estos preciosos llamadores. Se trata de un amuleto personal e intransferible, es decir, tiene como misión velar por la salud de la persona que lo porta, y no puede ser utilizado por un tercero.
Este amuleto se usa como colgante, junto a una cadena larga que llega a la altura del ombligo (donde se ubica el chakra del corazón).
Además del uso para la protección de la madre, el llamador de ángeles va más allá del embarazo, ya que puede colgarse en la cuna del bebé o en la puerta de su habitación para que el bebé y sus dulces sueños queden completamente protegidos.
¿Con qué materiales están hechos los llamadores de ángeles?
Lo más frecuente en casi todos los modelos de llamador de ángeles, es que estos sean metálicos en su parte externa. El material por excelencia para esta parte más superficial suele ser la plata, que a pesar de ser más costosa que algunos otros metales, suele ser de las que mejor se comercializan, ya que es un material que gusta mucho en este tipo de artículos con tanto valor sentimental.
En el momento de su manufactura, los orfebres crean la esfera interna, que con frecuencia también es del mismo material, y en su interior coloca unas campanitas en miniatura. Éstas pueden estar compuestas por fragmentos de cristal, de metal o una combinación de ambas. Lo que se consigue es que, al ser agitado, el roce o la suave percusión de las piezas con el metal produzcan el deseado sonido, el cual es delicado y armonioso. Además, este sonido suena muy bajito, tanto que a veces puede pasar inadvertido por personas que se encuentren muy cerca.