El ámbar es una resina fósil de sedimentos oligocéntricos y aluviones. Su nombre significa “que flota en el mar” y está considerada como la única piedra preciosa de origen vegetal.
El uso en joyería se da desde hace milenios, principalmente en colgantes para prevenir resfriados, ya que en ese entonces se creía que tenía propiedades curativas como aliviar los problemas de las articulaciones e inflamaciones, que era un anti-infeccioso y eficaz contra todas las enfermedades relacionadas con la alergia.
Los Colores del Ámbar
El ámbar varía de amarillo a marrón, dependiendo de las ligeras variaciones en la composición y su edad; de hecho, su superficie tiende a oscurecerse con el tiempo, las piezas con más tiempo son de color más obscuro.
Las creencias acerca de esta piedra preciosa de origen vegetal
El ámbar siempre ha estado relacionada con la buena suerte, la fertilidad, la atracción de energías positivas e incluso propiedades curativas y propiedades medicinales. Es así que se usa como piedra protectora que repele las malas energías. Así pues, es símbolo de amor eterno en el matrimonio. También ayuda a lograr la claridad mental y potencia la meditación, el equilibrio y la apertura del chacra.
Lo que debes saber sobre tu joyería de ámbar.
El ámbar no soporta el calor, se derrite fácilmente con una simple llama de una vela desprendiendo un olor característico a savia de pino.
Es frágil así que protégelo de golpes y manéjalo siempre con cuidado
Lo más aconsejable para conservar el brillo es evitar llevarlo cuando realicemos las tareas del hogar. Para limpiarlo con un poco de agua fría y jabón es suficiente.
La piedra ámbar luce increíble montada en joyería de plata ya que el contraste hace que resalte sus colores vivos.
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